
El productor de la carne, Alberto “Cacho” Schiffo, habló con Radio Sudamericana sobre el aumento de carne y dijo que “no hay motivos claros para justificar estos aumentos”, sin embargo también señaló que el pollo y el cerdo aumentaron considerablemente.
El doctor Cacho Esquifo, en diálogo con Radio Sudamericana, analizó el incremento de los precios de la carne al inicio de diciembre, un tema que afecta a los consumidores y pone en debate el funcionamiento del mercado. Según Esquifo, el aumento está vinculado al mercado de hacienda de Cañuelas y a la creciente demanda internacional, aunque considera que no hay razones claras para que el impacto sea tan significativo en los mostradores.
Más faena, pero precios en alza
“El nivel de faena aumentó un 25%, pero no está claro por qué sube al mostrador. Si ahora faenás más y hay más carne disponible para el consumo interno, ¿por qué sube?”, cuestionó Esquifo.
En cuanto al contexto internacional, destacó que “el precio de un kilo de novillo alcanzó los 4 dólares, un récord histórico, muy por encima de mercados como Estados Unidos o Uruguay”. Las exportaciones a destinos como Israel y Rusia han incrementado la demanda de carne de calidad superior, mientras que la liberación de retenciones ha incentivado estas operaciones.
Impacto en otras carnes y en el bolsillo
El especialista también señaló que los precios de pollo y cerdo no han quedado al margen de los aumentos, llegando a valores similares a los cortes populares de carne vacuna. “El pollo se produce en pocos meses, mientras que criar un novillo lleva años; son procesos totalmente distintos”, explicó. “Hoy vale lo mismo un kilo de costilla que de pollo”, agregó.
Además, diciembre trae consigo la presión adicional de la demanda estacional para las fiestas, en un contexto de salarios ajustados. “Muchas amas de casa enfrentan dificultades para equilibrar sus presupuestos, y si la tendencia continúa, más consumidores podrían optar por congelar carne para sortear los aumentos de enero”, advirtió.
Un panorama complejo
La combinación de exportaciones crecientes, ajustes fiscales y un consumo interno en declive genera tensiones en el mercado de la carne. “No hay motivos claros para justificar estos aumentos, y es algo que afecta directamente al bolsillo de los argentinos”, concluyó Esquifo.
La situación plantea desafíos para los consumidores y para el sector, que debe buscar un equilibrio entre los intereses internacionales y las necesidades del mercado local.